lunes, 27 de abril de 2009

El departamento.


Mis 12/22

Lo pongo en negrita xq es el titulo

(Lo pongo subrayado xq es una especie de subtitulo)

(Lo pongo en paréntesis xq es una explicación)


Así me contó la historia una especie de libro, no diría del todo olvidado, mas que envejecido y boludeado hasta su temprana muerte, masomenos por el año 2015.


Entre los que habitaban la realidad estaban los inquilinos y los putos dueños, no voy a intentar crear diferencias entre ambos, todos son parte de la negrada que hoy en día llamamos irrealidad.


Existían los que nos proveían de la mágica sustancia que nos hacia sentirnos libres, existían los putos que nos vendían la realidad en gotitas (y si es posible en cómodas cuotas mensuales), la maquinita del plástico se quemaba con el encendedor que usaba para encender ilusiones y parte de la magia que metódicamente inyectaba en mis venas, podría haber sido una gran metáfora en la época de los escribas, ahora es solamente una anécdota escrita en computadora (con Windows XP, la próxima tendrá Vista).


La cuestión es que estaban estos que nos la proveían, y los otros que nos la narraban, sus cuentos no eran mas que una inconexa sensación veraz y elocuente de la gilada que nos comíamos día a día, pero esta nos gustaba (y mucho).


El problema es que la cuestión no nos inquiría verdaderas dudas, solo dejábamos que nadaran en nuestra corriente sanguínea (hasta ese termino semi-medico perdió algo de sentido).


La otra cuestión nos planteaba dudas, pero era de las minitas esas tipo monos que nos calentaban, como diría, nos la dejaban dura y cuando se nos terminaba de hervir la leche se evaporaba (en forma de crema gaseosa) o apagábamos el fuego, le tirábamos nesquik y la tomábamos.


Y así, seguíamos, estaba divertido, la verdad. No es que me quiera venir a hacer el sincero, sino que dentro de todo, uno no se aburría tanto.


La cuestión REAL (esta CASI si es mas real que las otras), es que después nos vendían pastillitas, y la leche subía igual (tanto de precio como de valor, que no es lo mismo) pero ahora nadie realmente se calentaba.

Pero no era un problema nomás de los proveedores (ni de magia, ni de realidad plásticamente racionada adecuadamente), total yo no se si son dueños o inquilinos. EL problema eran los del consorcio, esos que te venían y te decían si podías o no ser dueño (sin ser dueños, yo no entendía xq mierda venían ellos a darme el SI o el NO).


La cuestión MIA, es que estaba esperando al gordo trolo de abajo, para que viniera a romperme soberanamente las pelota diciéndome que estaba tocando la guitarra, pero esta vez lo voy a cagar, xq no estoy tocando sino escribiendo, y NO le pienso abrir la puerta, por puto nomás (probablemente si estuviera tocando tampoco le abriría, pero esta vez tenia más fundamento todavía).


El gordo trolo no llegó, debía ser porque intuía (entre su mar de grasa), que me iban a hacer dueño, mientras el era solo un panza feliz (perdón por el termino inadecuado, pero es parte del folklore argentino, no me animo a decir que era un panza infeliz, aunque por su mujer, creo que sería mas conveniente), no era dueño, pero no era ni del vigilante consorcio.


Esta bien… me chupa un huevo, total, voy a entrar a ese teatro sin puesta de escena que me imagino va a ser la vida del dueño…


Te juro que escucho el eco de las teclas, no se que mierda hago escribiendo, es tarde, pero dentro de poco me tiran la noticia.


Voy a ser dueño y estoy escribiendo estas pelotudeces, por dios, como se nota que por ahora (POR AHORA), soy un inquilino de mierda.


Creo que les escribo esto, solamente para mostrar que en el fondo soy un inquilino mas, aunque nunca mas sepan de mi, xq cuando me vean, no voy a ser el ( “******-inquilino”), voy a ser EL DUEÑO. Aunque ustedes me vean a mi, cagándome de la risa sobre sus vidas, pasándome por las bolas el plastiquito que le venden a ustedes, e inyectándome verdaderas dosis de realidad, en el fondo soy uno mas de ustedes, por mas que sea un dueño y una mejor persona. Quiero que sepan que el consorcio me va a chupar un huevo, y no lo voy a cambiar, el portero va a ser igual de viejo conchudo que antes, y las luces, se las pueden mandar bien por el esfínter.

Miren si tendré mentalidad de dueño, que les escribo estas hermosas notas.


Tocan la puerta, acá llega la noticia.

Por alguna razon sigo escribiendo.

Quiero que todos sepan, que si no escribo mas, es xq soy un dueño.

Quiero que cuando alguno de ustedes escriba algo similar para la mierda que son ustedes, puedan entender lo superior que me siento, es muy lindo.

Me voy a abrir la puerta, que me están esperando.


Eso era una especie de CAPITULO 1:

El dueño.


1 comentario:

Ana dijo...

hola!
me bajé el compilado de literatura socialista y no encuentro el password... me lo pasás? gracias y muy bueno este blog!