domingo, 13 de enero de 2008

Mmmmm y si mejor no le pongo titulo ?

Cayó la pieza desde el cielo oscuro,

Era de noche y pocas las cosas que pasaban por la cabeza,

Ese dios que te la censura, pero ese carnal que te la festeja.

Acá la noche pasa por otro lado,

Hay gente cuidándote, gente que te quiere, o te va por el otro lado.

Gente que te la tira por la calle, gente que te la tira por su racionalidad (a veces les gusta creer que es conocimiento, pero bien académico te tienen el termino).

No, puta, las cosas a veces te pasan por al lado, el tren lo esperas en la parada (perdón por la alegoría), pero las cosas tienen su trecho y a veces uno no lo quiere torcer, pero las noches pasan y la leche hierve, no le pongamos azúcar (porque sino tenemos dulce de leche, y no llama a las abejas).

Era una pieza del cielo, que me podía hacer caer en el cielo, pero podía ser la comidilla del que viste de rojo, los ángeles la pregonan, pero el mandamás del cielo la repudia (o eso nos quiere hacer creer).

Los bombos coincidían con la noche,

El ritmo de las tinieblas que te hace temblar.

La noche no se movió lo suficientemente rápido,

Los tiempos cambian y los chapados a la antigua no la saben respetar,

La falta de calles en Venecia tampoco la pueden sostener.

Puentes y puentes, de los que uno no quiere cargar el peso, pero de alguna forma lo tienen que hacer (no mas autopistas menemistas).

Quieren admitir que la lírica va en forma de percepción, cuando su vida fue una falacia que ellos creen admitir con pura lógica.

Como me duele, pero me hace poco arrepentir.

Pasan los años, y las bases siguen iguales…

Acá el problema pasa por otra razón…

No quiero hablar de marxismo, acá poco corta esa lógica.

Si uno supiera que contar, todo sería más simple.

Pero locos que se la pasan limando en el mundo de lo abstracto pueden comprenderlo, me limito a la mentira… ésta que me permite la palabra escrita.

Él se creía diferente, y eso era lo que era (valga la redundancia).

Pero tenia un simple conflicto, entra la humildad, su percepción y la de los demás (y admito que así la percibí de forma cuasi anónima, pero admito, que sentí en su humor parte de lo que me falta).

Falta acá la dodecafonía de un músico, pero bueno, todos carecemos de autocrítica y todos conocemos de música (al menos se comenta por estos lugares).

Era fácil de ver, el se creía solitario, admitía compañía ajena a su ser, pero no connotaba la relación entre su pequeña bobaria.

La epifanía de uno, puta madre, uno no la juzga, uno la acepta.

Perdimos esa critica, que uno piensa que venia de décadas atrás (se dirían siglos, algunos de esos putos académicos).

Le dijeron a Iorio (metalero argentino) algo similar a lo que le dije “la marca de Caín”,

Pero el me consumía, me decía que no era eso, el era TODABIA mas diferente (como todos, pensaba yo, tal vez no era así…)

Era como un espejo difuso, a veces pensaba que era él, pero en el fondo sabía que había seguido otro circuito.

Cada uno decide sus propios caminos, y estaba bastante seguro que ese no era el mío (a pesar de lo egocéntrico que esto suene).

No me vengas con chamuyos ni mentiras,

Que democracia falta, que piensan los pocos y masas saben ablandarse, que alcohol subordina pero canta esperanzas, esa educación de pocos que uno habla comer todos los días.

Falta el plato principal, y nosotros la comemos de otra bandeja.

De tripa y corazón, mira al costado, no teme en soñar pero teme en actuar.

Decís del anarquismo que revuela en carne dura,

Culeás al que toca en otro ritmo y mirás el mundo con cierto androginísmo.

Todos te daban por muerto, te seguiremos dando, pero algunos escucharán canciones afines y cantarán ritmos similares.

Se reproduce nihilista y más narcisita de lo que mi epistemología deja explicar.

Un día el auto chocó, tu verso te cabió, el desespero te encontró, el café se enfría, cigarros giran y pregonas versos en anonimato oportunista.

¿Y que puedo decir yo?

No miento si digo que hablo de dos personas,

Tampoco miento que un tercero se siente reflejado,

Admito que momentos de ineptitud joden, y jode más juzgar al que coje.

Pero bueno, como quien dice “el que mata a ladrón tiene mil años de perdón”, ¿el que miente con un mentiroso y juzga sobre juzgador?, creo que todos sabemos que perdón no encuentra, pero vamos a mentir un rato.

Total, para eso vamos… y vamos por más, que es lo peor.